lunes, 23 de mayo de 2011

Poner El Pecho Para Defender La Democracia

Edicion Nº

Revista Somos Jovenes Lima Metropolitana

Email: somosjoveneslima@hotmail.com


Poner El Pecho Para Defender La Democracia -

Por Jaime Salinas,

Diario La‏ Republica 22/05/2011

 La acción que realizó el General del Ejército Jaime Salinas Sedó junto a varios militares el 13 de noviembre de 1992, acto que intentó devolverle al Perú la democracia pisoteada por Alberto Fujimori el 5 de abril de ese año, pudo, si hubiera tenido éxito, si algunos de sus compañeros de armas no lo hubieran traicionado "soplándole" el dato a Montesinos, a quienes Fujimori luego colocaría en los más altos cargos como premio y saquearan las arcas de las FFAA, una gran oportunidad de ahorrarnos 8 años de abusos, crímenes y latrocinios.

Pero ese no es el tema de fondo del artículo de su hijo, no, porque para comenzar NO ESTAMOS 13, NI TAMPOCO ES NOVIEMBRE, sino que escribe esto el 21 de mayo, a pocos días de la segunda vuelta electoral, ASI QUE EL TEMA DE FONDO ES PLEGARSE AL PLAN DE DEMOLICIÓN CONTRA OLLANTA HUMALA, sobre todo cuando insinúa: "....que en aquellos momentos muchos de los que decían defender también la democracia lo dejaron solo (entre ellos, muchos otros oficiales del propio Ejército Peruano y alguno de ellos hoy candidato presidencial)".


Esta sola frase OFENDE A TODOS LOS MILITARES, DE TODOS LOS GRADOS Y JERARQUÍAS DE LAS FFAA.


¿Acaso su padre convocó a todos para su acción?, ¿acaso en 1992 todos los militares sabían lo que su padre, por el alto grado que tenía, sabía de Fujimori y Montesinos? Por favor, ESO, EN LO PERSONAL, COMO OFICIAL EN SITUACIÓN DE RETIRO DE LA FUERZA AÉREA, NO SE LO ACEPTO AL HIJO DEL GENERAL SALINAS SEDÓ.


Del hijo del General Salinas Sedó sabemos por su biografía, que pueden encontrar en Internet, que ha vivido casi toda su juventud en el extranjero, donde también estudió y que regresó al Perú en 1988:


“Estudió dos años en el Liceo Francés “Guillaume Apollinaire” en París-Francia, culminando sus estudios secundarios en el Colegio Franco-Peruano en diciembre de 1980. Se graduó como Bachiller en economía en julio de 1985 en la Universidad de Maryland y obtuvo su título de Master of Business Administration en 1988 en la misma Universidad”.


Luego de la acción de su padre, se exilió en Argentina en diciembre de 1992 y retornó al Perú recién en enero de 1995. De ahí incursionó en la política y fue de tumbo en tumbo, y de partido en partido, tratando de alcanzar algún cargo público sin éxito, a pesar de que, como ahora, utilizó la valiente acción de su padre, NO SUYA, para promocionarse.


Postuló al Congreso en 1995 y en el 2000, pero fracasó. Postuló en 1998 a la alcaldía de Miraflores, y perdió. En el 2002 postuló a la alcaldía de Lima, y también perdió. Postuló a la presidencia de la República en el 2006, y ni siquiera logró superar la valla electoral de ese año que era del 4%; hasta que por fin el año pasado, 2010, luego de entorpecer la candidatura de Lourdes Flores a la alcaldía de Lima con un correo a Jaime Bayly donde despotricaba de ella (video que está colgado en youtube), a pesar de presentarse como su teniente alcalde, perdieron y por fin el hijo del General Salinas Sedó logró ser por lo menos regidor de esa comuna.


Entre otros medios de comunicación fujimoristas, como el diario "La Razón", donde salió este artículo (noten que al reo Alberto Fujimori no lo menciona para nada, requisito indispensable para convertirse en articulista de ese diario. Quien no conoce lo que pasó en los 90 podría pensar que Vladimiro Montesinos era el presidente del Perú), hay varias emisoras radiales con esa tendencia, y una de ellas es "Radio San Borja", emisora evidentemente tomada por el fujimorismo donde se despachan a su gusto, de lunes a domingo, como "en sus buenos tiempos": Luís Delgado Aparicio, Jorge Trelles, Jorge Morelli, Julio Gagó, "las chicas superpoderosas", Carlos Raffo, y casi todos los fujimoristas más rancios de la agrupación naranja. Y ahí, el hijo del General Salinas Sedó, tiene también su programita.


Busquen ahí por ejemplo una entrevista que le hizo a Martha Chávez pocos días antes de la primera vuelta electoral, donde además de tratarla con un cariño muy extraño hacia quien insultó y vejó en 1992 a su padre, y lo continuó haciendo hasta hace poco, le dio varios consejos para que ella logre ser congresista y Keiko presidenta.


En mi opinión, además que es evidente, el hijo del General Salinas Sedó no solo como regidor de la alcaldía de Lima viene tratando de entorpecer la labor de la señora Susana Villarán, y de paso ofenderla y relacionar al señor Ollanta Humala con ella, sino que ahora SE HA CONVERTIDO EN UN FERVIENTE ADMIRADOR Y COLABORADOR MEDIÁTICO DE KEIKO FUJIMORI.


¿Que dirá su padre de esto, de que su hijo alabe y oriente el voto hacia esta señora y en contra de Ollanta Humala? Es más, siendo regidor, es decir, FUNCIONARIO PÚBLICO. ¿HACER ESTO NO ES UN DELITO CONTRA LA LEY ELECTORAL?


Respecto al señor Ollanta Humala, que solo es mayor en edad por 9 meses que el hijo del General Salinas Sedó, vivió TODA SU ÑIÑEZ Y ADOLESCENCIA EN EL PERÚ; SIRVIÓ AL EJÉRCITO; EN 1992 ERA UN RECIENTEMENTE ASCENDIDO CAPITÁN Y SE ENCONTRABA LUCHANDO CONTRA EL TERRORISMO; SE LEVANTÓ EN EL 2000 CONTRA LA MAFIA DE FUJIMORI JUNTO A SU HERMANO Y UN GRUPO DE SUBALTERNOS; FORMÓ EL PARTIDO NACIONALISTA, HOY MÁS CONSOLIDADO QUE NUNCA; ESTUVO MUY CERCA DE SER PRESIDENTE DEL PAÍS EN EL 2006, PERDIÓ PORQUE HUBO FRAUDE A FAVOR DE ALAN GARCÍA; Y HOY NUEVAMENTE, A PESAR DEL NAUSEABUNDO E ILEGAL PLAN MEDIÁTICO CONTRA SU CANDIDATURA, DONDE EL HIJO DEL GENERAL SALINAS SEDÓ SE HA PLEGADO, TIENE GRANDES POSIBILIDADES DE LOGRARLO.


Por los párrafos de ese artículo que he resaltado en rojo, y otros ofensivos a los miembros de las FFAA en su conjunto, EXIJO AL HIJO DEL GENERAL SALINAS SEDÓ QUE SE RECTIFIQUE, QUE NOS EXTIENDA LAS DISCULPAS PÚBLICAS QUE MERECEMOS.

 Poner el pecho para defender la democracia 

 Por Jaime Salinas

Diario La Razón, Sábado, 21 De Mayo de 2011



Poner el pecho para defender la democracia


En los últimos días han aparecido varios “superhéroes” de la democracia, variopintos personajes que salen a gritar en cuanto medio existe que “saldremos a las calles si la democracia es afectada”, “no permitiremos que regrese la mafia” y hasta “no importa si tienen el poder, igual nos enfrentaremos a ellos”. Es cómico escuchar a varios de estos ciudadanos de caricatura decir esto ahora, cuando en su momento, cuando las papas quemaban y el fuego arreciaba, agacharon la cabeza mansamente ya sea por un plato de lentejas, por un puesto público, o peor aún, por intereses económicos o por simple miedo y cobardía.


Para estos modernos y oportunistas adalides de la democracia, su defensa de la misma se limitaba a escudarse detrás del silencio cómplice o de algún artículo de opinión que pocos leían. Más patético es el recuerdo de algunos indignos hombres de uniforme que ofendieron la memoria de nuestros héroes Bolognesi o Cáceres cuando firmaron la vergonzante acta de sumisión ante el hoy condenado Vladimiro Montesinos (a quien temían) y en ese momento ninguno de estos “superhéroes” tampoco dijeron nada y sellaron con su inacción su complicidad con esos actos.


Sin embargo, cuando el Montesinismo entró en crisis y Vladimiro estaba más preocupado en salir del país que en quedarse a defender su feudo de poder, allí cuando todo era caos y desorden, allí si aparecieron los “machazos” de la democracia, a defender lo que ya había sido destruido y manoseado, a levantar su voz en nombre de la constitución a pesar de que sin vergüenza alguna se pasaron ocho años en cómplice silencio y se sometieron, salvo muy pocas excepciones, al Doc.


Pero, como decimos los peruanos, si hubo alguien que “se la jugó”, alguien que tuvo las agallas y el coraje para no bajar la cabeza ni ponerse de rodillas y poner el pecho cuando se atacaba la democracia, cuando Montesinos tenía todo el poder, cuando varios de sus compañeros de armas le decían “no seas tonto, Vladimiro nos dará dinero, poder, solo tenemos que ponerle el Perú en bandeja y a vivir con lujos”, él dijo “no”, los peruanos de rodillas “jamás”, ese fue, y lo digo con orgullo de peruano y de hijo, el general del Ejército Peruano Jaime Salinas Sedó, mi padre.


Estoy seguro que la historia valorará su entrega y sacrificio, cuando aquel 13 de noviembre de 1992 junto a un reducido pero valiente grupo de militares peruanos decidieron enfrentar a quienes habían sometido al Perú a sus antojos personales.


Montesinos tenía todo el poder político y militar, mi padre y sus soldados tenían su coraje, decisión y su amor por el Perú, aún sabiendo que sería una misión casi imposible, pero el mandato constitucional y los valores de libertad que defendían eran más importantes. El general Salinas Sedó y los que lo acompañamos en su gesta patriótica sabíamos que teníamos que defender los ideales en los que creemos.


Él tenía que preservar el juramento que hizo a la bandera cuando recibió su espada como oficial del sagrado Ejército Peruano de defender la ley y poner el pecho valientemente por lo más valioso que puede tener un verdadero y noble ciudadano, su patria.


Recordemos que el general Salinas Sedó y sus compañeros de armas pasaron casi tres años en las mazmorras del Real Felipe por defender la ley, la democracia y el estado de derecho pudiendo haberse rendido y salir en libertad rápidamente, pero se opuso tenazmente (durante su encierro) a varias propuestas indignas que Montesinos le hacía llegar a su celda para que se sometiera a su poder a cambio de “salir libre al instante”, así como también se negó a delatar a ninguno de los otros participantes en aquella gesta (muchos civiles y militares a quienes yo también vi y que Montesinos nunca descubrió) porque valientemente él, y los que estuvimos presos por esos mismos hechos nunca delatamos, ni nos vendimos al Rasputín de turno a pesar de que recibimos innumerables ofrecimientos de libertad a cambio de nuestras declaraciones.


Sin embargo, la prueba más grande de amor por su país, por su bandera y por la libertad, así como la demostración de su verdadero valor y decencia militar la dio el general Salinas Sedó cuando sabiendo que su propio hijo de 27 años también había sido apresado esa misma noche (estuve casi un mes secuestrado en los calabozos de la Dincote acusado ilegalmente de terrorismo) con el objeto de extorsionarlo y torturarlo emocional y psicológicamente para que se someta al poder de Montesinos, él, mi padre, no se quebró, no cedió, no se sometió y logró (con el dolor de padre a cuestas) enfrentar el infortunio y el sufrimiento que llevaba dentro como lo hacen los verdaderos valientes, con dignidad y la frente en alto y mantuvo su posición de defensa de sus ideales hasta el último día de su infame encierro.


Luego de ser liberado, en junio de 2005, después de casi 3 años de injusta prisión, le pregunté si se arrepentía de los hechos y que si la vida le diera otra oportunidad volvería a intentar la insurgencia similar y me contestó, que ya sea Montesinos, otro abusivo dictador o una fuerza extranjera, nuestra bandera siempre estaría primero, pero también a modo de “jalarme las orejas” (como todo padre) cuando le dije que en aquellos momentos muchos de los que decían defender también la democracia lo dejaron solo (entre ellos, muchos otros oficiales del propio Ejército Peruano y alguno de ellos hoy candidato presidencial), me dijo que cuando se afecta la libertad no hay que quejarse de lo que los otros no hacen, sino que son los valores y las convicciones personales las que deben actuar, ya que cada peruano es poderoso en su ámbito personal para defender su país y que no tienen que ser sólo los políticos, los militares o los empresarios los que lo hagan. “Cuando se afecta tu país todos somos soldados del Perú, sea contra la influencia de un poder extranjero o contra una dictadura interna” me expresó.


Hoy que aparecen tantos “valientes” en pro de la democracia, hay que tomarse un momento para reflexionar, para releer la historia, para saber escuchar a quien puso el pecho por el Perú y no caigamos en los cantos de sirena de quienes recién ahora vociferan por la libertad. No sea que tengamos que arrepentirnos luego de nuestra elección. Pero que se sepa que si alguien se atreve a arrebatarnos esa libertad por la que algunos ya pagamos con cárcel, sangre y sacrificio sin duda lo volveremos a hacer, volveremos a insurgir, con la misma audacia y tenacidad para defender los valores en los que creemos y en el ejemplo legado por un verdadero militar valiente, el General de División (r) del Ejército Peruano, Jaime Salinas Sedó.


Este y otros artículos del autor pueden ser leídos en su Blog “La Mochila de Jaime” http://mochiladejaime.blogspot.com/

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