miércoles, 23 de noviembre de 2011

Voto Preferencial 2011

Edicion Nº

Revista Somos Jovenes Lima Metropolitana

Email: somosjoveneslima@hotmail.com

ESTIMAD@S AMIG@S:





ADJUNTO ENCONTRARAN MI ULTIMO ARTICULO TITULADO:


"VOTO PREFERENCIAL" (con el ruego de su difusión).


COMO SIEMPRE, MI AGRADECIMIENTO POR LOS COMENTARIOS Y OPINIONES


QUE TENGAN A BIEN HACER.




SALUDOS.


ROBERT CASTRO-GUERRA A.


Cel/Nextel: 99-813*4594
 
 
 VOTO PREFERENCIAL



Por: ROBERT CASTRO-GUERRA ALTAMIRANO


Email: robcastroguerra@hotmail.com


Facebook: Robert Castro-Guerra Altamirano


You Tube: Robert Castro-Guerra A.


Una de las instituciones más desacreditadas en el Perú es el Congreso de la República.


“Cada nuevo Congreso es peor que el anterior”, dice una notable mayoría en cada encuesta pública de opinión.


La ciudadanía les echa la culpa a los Partidos Políticos por la “mala calidad” de candidatos que proponen para Congresistas. Los Partidos se defienden y contraatacan responsabilizando, finalmente, de todos los males, al denominado “Voto Preferencial”.


Pero, ¿Qué es el Voto Preferencial?


Es un mecanismo que permite al ciudadano ejercer facultativamente (es decir, si quiere) el derecho adicional y específico de personalizar su voto y elegir a uno o dos candidatos a Congresistas de una determinada Lista o Partido que previamente eligió.


Este se impuso en 1984 (aunque antes también funcionó para la elección de la Asamblea Constituyente de 1978) con el objeto de romper con las cúpulas añejas de los Partidos, pues antes la ley les permitía proponer una Lista de candidatos “cerrada” -y sin necesidad de elección interna-, donde los “eternos” y “viejos” dirigentes se colocaban en los primeros lugares para ser de todas maneras elegidos; tal como ocurre actualmente con los candidatos a Regidores en todos los municipios del país.


Así, el Voto Preferencial fue acogido y aplaudido por el pueblo, porque les permitía imponer democracia allí donde internamente los Partidos imponían a “los mismos de siempre”. Generó mayor participación de los “nuevos” políticos, y efectiva competencia entre propios (del mismo Partido) y extraños (de diferentes Partidos). Rompió con una solapada corrupción.


Sin embargo, “nació la ley y nació la trampa”.


Si bien antes los mismos dirigentes de siempre se colocaban en los primeros y únicos lugares “elegibles”, al imponerse el Voto Preferencial estos dirigentes quisieron “asegurarse” y, prácticamente, empezaron a “subastar” los puestos de candidatos al Congreso. Se evidenció, casi en todos los Partidos, un desinterés dirigencial por el futuro institucional de sus respectivas Organizaciones Políticas. Se evidenció, casi en todos los Partidos, un desinterés dirigencial por el futuro conjunto de todos los peruanos, y la ambición particular por una economía que les garantice su futuro personal.


Por ello, la mayoría de candidatos al Congreso que proponen los Partidos no necesariamente son ciudadanos interesados en el Servicio Público y, mucho menos, capacitados para ejercerlo. En la “subasta” se priorizó lo económico antes que otro valor. Y, asimismo, esa “inversión” económica originó la lucha “fraticida” de candidatos de una misma Organización.


Estas consideraciones fueron tomadas en cuenta para la dación de la vigente Ley de Partidos Políticos No. 28094, donde con la instauración de “elecciones internas” se pretendió recuperar la credibilidad ciudadana en las Organizaciones Políticas y frenar la crisis de representación.


Lamentablemente, no se pudo. La citada Ley de Partidos Políticos y otras normas electorales solo significaron el compendio de una serie de dispositivos legales que sobre estos temas se encontraban diseminados. A la luz del resultado, solo terminaron siendo reglas para que los ciudadanos pueden acceder, vía elecciones, a diferentes cargos de dirección pública. Jamás significaron un ordenamiento jurídico capaz de forjar un Sistema de Partidos sobre los cuales se sostenga la democracia y gobernabilidad en nuestro país y, por ende, la garantía de un permanente desarrollo y progreso.


Entonces, resulta una falacia, sino demagogia, decir que: “eliminando el Voto Preferencial estaremos eliminando todos los problemas antes señalados y poniendo fin a la crisis de representación en el Parlamento Nacional”. Y decimos esto porque, actualmente, hay un Proyecto de Ley que está en debate en la Comisión de Constitución del Congreso, mediante el cual se plantea la eliminación del Voto Preferencial de nuestro Sistema Electoral, sin procederse a una evaluación integral del problema mayor llamado Partidos Políticos.


El Voto Preferencial es un derecho ganado que debe seguir sirviendo a la búsqueda de una mejor representación democrática. Tan importante y positivo es considerado este mecanismo que fue incorporado recientemente para la elección de los Consejeros Regionales el 2010. Es más, hay toda una corriente de opinión para que también se implante en el proceso de elección municipal para el caso de los Regidores.


Por tanto, si realmente se quiere recuperar y fortalecer a los Partidos Políticos en el Perú tiene que hacerse una evaluación integral de todo lo que los involucra y compete. Tiene que crearse todo un Sistema donde se consideren, fundamentalmente, 3 temas: su Procedimiento de Inscripción, su Proceso de Democracia Interna y sus Formas de Financiamiento. (Un buen punto de partida para el debate pueden ser los Anteproyectos de Código Electoral y Código Procesal Electoral elaborados por el Jurado Nacional de Elecciones).


Y en cuanto se refiere específicamente al tema materia de análisis, consideramos que, así existan elecciones internas -o primarias- organizadas y supervisadas por la ONPE, y los afiliados de un Partido definan democráticamente el orden de sus candidatos, debe mantenerse el Voto Preferencial. No puede conculcarse el libre derecho de una gran mayoría ciudadana que NO pertenece o NO quiere pertenecer a un Partido (más del 95%, según las estadísticas), pero que, sin embargo, considera que alguno de ellos representa sus aspiraciones e intereses, y que un determinado candidato garantiza, dentro del Partido elegido, el logro de esa aspiración y la satisfacción de esos intereses.


En todo caso, pueden y deben establecerse normas complementarias que fortalezcan a los Partidos, y que sean compatibles con el Voto Preferencial, como la determinación de una mínima cantidad de años como afiliado o militante (3 años, por ejemplo) para ser candidato; la eliminación de los “candidatos invitados” que, casi siempre, luego de ser elegidos, se convierten en “tránsfugas”; la vacancia automática del cargo de Congresista, si éste renuncia o es expulsado de su Partido; además de otros que siempre hemos planteado como el Voto Facultativo y la NO re-elección para todo cargo público.


En fin, una magna tarea tiene este Congreso para complementar el Proyecto de Gobierno del Presidente Ollanta Humala: “La Gran Transformación” –con el que pretende un crecimiento económico con inclusión social-, y es la de viabilizar auténticos mecanismos de participación, elección y representación democrática de la ciudadanía, dentro del marco de la Constitución y el Estado de Derecho. Tiene que crear un Sistema de Partidos Políticos en el Perú.


El Congreso no debe distraerse en propuestas demagógicas como la pretendida eliminación del Voto Preferencial, pues, como ya señalamos, su vigencia resulta de suma importancia y, sin duda alguna, fundamental para el Sistema de Partidos y la auténtica representación que estamos reclamando. Allí empezará el quiebre institucional de la corrupción en el Estado. Allí empezará “La Gran Transformación”.


Noviembre, 19 del 2011

No hay comentarios: